lunes, 3 de mayo de 2010

UN SEGUNDO MÁS. (trabajo final).

UN SEGUNDO MÁS.

Un segundo que dura sólo un instante,
un segundo que necesite para poder observarte,
y que se convirtió en mi alma como su mejor arte.
Es tan simple que no me pude dar cuenta,
y que llega como llegaste tú, a iluminar mi vida.

Quien invento el tiempo, no lo se,
quien invento el amor, tampoco lo se,
y menos sabré a quien agradecer por haberte conocido
quizá fue el destino, el tiempo o la simple casualidad.

Al parecer no tiene nada de extraordinario el tiempo,
pero mi alma no opina lo mismo de tu cabello largo,
de tu mirada cautivante, tus labios tan brillantes,
y que todo en conjunto se puede describir en una sola palabra:
Tú, porque sin pensarte, ni imaginarte,
sólo con una pequeña idea de tenerte en mis brazos.

Han pasado más de un segundo y aún te sigo admirando
y pude conseguir además de tu belleza tu atención.
Después de una larga charla tratando de reír bromeando
decidí acompañarte y saber donde esta tu casa
y con un poco más de tiempo como poder tocar tu corazón.

Tu sólo sonreíste y sin pensarlo un segundo dijiste que sí,
era ya casi la noche y sin más ni más a acompañarte accedí;
ya al llegar a tu casa me diste tu correo y tu teléfono.
y que eso me iba a costar, aparte de un segundo más, un café.
Mañana esta bien, dijiste, a la misma hora y en el mismo camino,
en donde en principio nos vimos y nos conocimos.

Llego la hora y el día esperado, no sabía como reaccionar:
Serio, puede que me viera misterioso pero sin nada de que hablar,
feliz, no lo se, diría que de todo es juego y no había algo de que platicar,
nervioso, sí, pero de manera natural y que no le demostrara falsedad.

Son las seis con cinco de la tarde y aún no llegabas,
Peor después de un instante llegaste, sólo fue un pequeño retardo, me comentabas;
y con sólo el escucharte recordó mi gran sueño que siempre anhelaba,
donde quisiera tener a una gran persona inteligente y encantadora,
no sólo un segundo, sino toda mi vida para que nunca te sientas sola.

Y quien lo pensaría, después de una simple mirada que pasó en un segundo,
encontraría al verdadero amor de mi vida y así permanecer juntos por el mismo camino.
Ahora estoy contigo, hoy hacemos un año de que tú seas toda mi vida,
y sinceramente, puedo decirte que sólo te puedo regalar la mitad de mi corazón,
porque la otra mitad, desde el primer segundo en que te vi, ya te pertenecía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario